
Alimentación y COVID-19
El COVID-19 es un coronavirus que causa una enfermedad cuyos síntomas más comunes son fiebre, tos seca y cansancio, aunque algunas personas pueden presentar congestión nasal, dolor de garganta, cefalea, diarrea o dificultades respiratorias.
Recomendaciones dietéticas en pacientes con COVID-19
Actualmente, no existe un tratamiento nutricional específico frente al COVID-19, por lo que las pautas de alimentación irán dirigidas a paliar los síntomas generados por la fiebre y los problemas respiratorios. A continuación se describen 7 recomendaciones clave:
Mantener una buena hidratación:
La ingesta de líquidos es fundamental, por lo que se debe garantizar el consumo de agua según la sensación de sed o incluso sin dicha sensación (especialmente en personas mayores), consumiendo al menos 1,8 litros de líquido al día. También pueden ser de interés el consumo de caldos, infusiones y té. No se recomienda el consumo de bebidas alcohólicas (incluyendo el vino o la cerveza), ni de bebidas refrescantes o edulcoradas y, en caso de tomarlas, se debe hacer de forma ocasional.
Tomar al menos 5 raciones de frutas y verduras al día:
Garantizar un consumo de al menos 3 raciones de frutas al día y 2 de hortalizas es un objetivo a cumplir para toda la población, y por supuesto también para personas con COVID-19. En el caso de existir molestias en la garganta, fiebre o falta de apetito, es importante realizar preparaciones culinarias que contribuyan a una fácil deglución como purés o cremas.
Elegir el consumo de productos integrales y legumbres:
Los cereales y las legumbres son la base la base de la alimentación. Se recomienda elegir cereales integrales procedentes de grano entero (pan integral, pasta integral, arroz integral), y legumbres guisadas con verduras. Dentro de esta recomendación no se incluyen los derivados de cereales que incorporan azúcares y grasas, como son la bollería y pastelería.
Elegir productos lácteos preferentemente bajos en grasa:
A pesar de que el consumo de lácteos no es indispensable para la salud ósea, en poblaciones con un alto índice sedentarismo se recomienda el consumo de lácteos como fuente de calcio. El consumo de leches fermentadas, como el yogur, kéfir, etc., se recomienda sólo en su tipo natural, no en las variedades saborizadas, aromatizadas, etc., pues contienen una cantidad importante de azúcar añadido.
Consumo moderado de alimentos de origen animal:
Se recomienda consumir carne 3 o 4 veces a la semana, pescado 2 o 3 veces a la semana y huevos 3 o 4 veces a la semana. Se deben elegir preferentemente carnes de aves (pollo, pavo, etc.), conejo y zonas magras de otros animales como el cerdo, evitando el consumo de embutidos, fiambres y carnes grasas.
Consumir aceite de oliva, frutos secos y semillas:
Es recomendable utilizar el aceite de oliva como grasa de aderezo y cocinado de los alimentos. Así mismo, se recomienda el consumo de frutos secos (almendras, nueces, etc.) y semillas (pipas de girasol, de calabaza, etc.) siempre que sean naturales o tostadas y no fritas, endulzadas o saladas.
Evitar los alimentos precocinados y la comida rápida:
El consumo de alimentos precocinados (croquetas, pizzas, lasañas, canelones, etc.) y la comida rápida (pizzas, hamburguesas, etc.) no están recomendados debido a que pueden aumentar el riesgo de padecer sobrepeso u obesidad y otras patologías asociadas.
Bibliografía:
Recomendaciones de alimentación y nutrición para la población española ante la crisis sanitaria del COVID-19. Documento de postura de la Academia Española de Nutrición y Dietética y del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas.