Dieta mediterránea

Dieta mediterránea

02 Sep 2021 0 comentarios Dietista Madrid Categories Alimentación, Salud

La dieta mediterránea, que en 2010 fue inscrita por la UNESCO en la lista de patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, fue un concepto desarrollado por Keys y Grande en los años cincuenta  para referirse a los distintos hábitos alimentarios observados en el área mediterránea. Esta dieta se caracteriza por el aporte de los macronutrientes a la ingesta calórica (55% de hidratos de carbono, 27% de grasas y 18% de proteínas) y por la calidad de la grasa (7% de ácidos grasos saturados, 13% de ácidos grasos monoinsaturados y 7% de ácidos grasos poliinsaturados).

Diversos estudios han relacionado a la dieta mediterránea con una menor prevalencia de enfermedades cerebrovasculares, enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus, obesidad, hipertensión arterial y algunos tipos de cáncer. Los beneficios para la salud observados se deben al hecho de que es una dieta equilibrada y variada, a que tiene un aporte de macronutrientes adecuado, al bajo contenido en ácidos grasos saturados, al alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados, hidratos de carbono complejos y fibra y a la riqueza en sustancias antioxidantes.

La pirámide de la dieta mediterránea

La pirámide de la dieta mediterránea

Esta pirámide se ha elaborado para establecer las pautas alimentarias de cumplimiento diario, semanal y ocasional en la dieta mediterránea. Las recomendaciones de consumo de los distintos alimentos son las siguientes:

  • Agua: Se debe tomar entre 1,5 y 2 litros de agua al día, aunque las necesidades varían según la edad, el nivel de actividad física que se realice y las condiciones climáticas. Además de beber agua directamente, el aporte de líquido se puede completar con infusiones de hierbas y con caldos bajos en grasa y sal.
  • Cereales: Se deben tomar una o dos raciones por comida, en forma de pan, pasta, arroz, cuscús u otros. Deben ser preferentemente integrales ya que la fibra y algunos nutrientes (magnesio, fósforo, etc.) se pueden perder en el procesado.
  • Verduras: Deben consumirse al menos dos raciones tanto en la comida como en la cena (por lo menos una de ellas cruda).
  • Frutas: Hay que tomar una o dos raciones por comida por lo que deben ser el postre habitual.
  • Aceite de oliva: Debe ser la principal fuente de grasa de la dieta por su calidad nutricional. Se utiliza para aderezar y cocinar los alimentos.
  • Especias, hierbas, cebolla y ajo: Se utilizan para aderezar las comidas ya que proporcionan aromas y sabores a los platos y son una buena estrategia para reducir el uso de la sal.
  • Frutos secos, semillasy aceitunas: Son una buena fuente de grasas saludables, proteínas, vitaminas, minerales y fibra y se suelen consumir como aperitivo.
  • Productos lácteos: Su consumo debe ser moderado (dos raciones diarias) preferiblemente en forma de yogur y queso bajos en grasa.
  • Pescado y marisco: Se deben consumir al menos dos raciones semanales ya que son fuentes de proteínas de calidad y los pescados azules además son ricos en ácidos grasos poliinsaturados omega 3.
  • Carne blanca y huevo: Se deben consumir semanalmente dos raciones de carnes blancas y entre dos y cuatro huevos ya que son fuentes de proteína de alta calidad de origen animal.
  • Legumbres: Se deben consumir dos raciones semanales ya quecombinadas con los cereales son una buena fuente de proteínas de origen vegetal.
  • Patatas: Hay que consumir unas tres raciones semanales  acompañando a carnes y pescados.
  • Carne roja y carne procesada: Se deben consumir semanalmente menos de dos raciones de carnes rojas (preferiblemente cortes magros) y menos de una de carne procesada.
  • Dulces: El azúcar, los caramelos, los pasteles, la bollería, los zumos de fruta azucarados y los refrescos azucarados se deben consumir en pequeñas cantidades y sólo de vez en cuando.
  • Vino y otras bebidas fermentadas: Se puede realizar un consumo moderadode forma opcional en adultos.

Junto a las recomendaciones de consumo de los distintos alimentos hay otras relacionadas con el estilo de vida que ayudan a obtener todos los beneficios de la dieta mediterránea. Son las siguientes:

  • Consumir alimentos de temporada, frescos y poco procesados ya que tienen más nutrientes.
  • Consumir raciones moderadas de alimentos sobre todo si se hace poco ejercicio.
  • Cocinar los alimentos despacio (principalmente mediante cocción y fritura en aceite de oliva).
  • Realizar actividad física moderada al menos media hora al día.

Bibliografía:

  • León Espinosa de los Monteros, M.T. y Castillo Sánchez, M.D. 2002. La dieta mediterránea está de moda. Medicina General 49:902-908
  • Fundación Dieta Mediterránea www.dietamediterranea.com