
Fibra dietética
La fibra dietética está constituida por un conjunto de sustancias de origen vegetal que resisten la hidrólisis de los enzimas digestivos humanos y llegan intactos al colon donde algunos pueden ser hidrolizados y fermentados por la flora colónica. Los principales componentes de la fibra dietética son los polisacáridos (celulosa, hemicelulosas, pectinas, beta-glucanos, gomas, mucílagos y almidón resistente a la digestión), los oligosacáridos (frutooligosacaridos, galactooligosacáridos e inulina) y la lignina. Dependiendo de la composición de una determinada fibra alimentaria ésta se puede clasificar por su grado de solubilidad en soluble o insoluble y por su capacidad para ser fermentada por las bacterias intestinales, en fermentable o no fermentable.
Efectos fisiológicos de la fibra
La fibra ejerce una serie de efectos fisiológicos en el organismo, entre los que destacan los siguientes:
- Mejora de la higiene bucal: Las dietas con alto contenido en fibra requieren más tiempo de masticación y una mayor salivación que repercute en la mejora de la higiene bucal.
- Aumento de la sensación de saciedad: Las fibras solubles enlentecen el vaciamiento gástrico y aumentan la distensión del estómago produciendo la sensación de saciedad.
- Disminución de la absorción de colesterol, glucosa, lípidos, aminoácidos y minerales: La fibra soluble absorbe agua, por lo que la capa de agua que deben atravesar los compuestos para absorberse es mayor y se absorben menos compuestos, asimismo las sustancias que forman la fibra se unen a ciertos minerales como el calcio, el hierro, el cobre o el zinc disminuyendo su absorción.
- Producción de gas: Este es el principal efecto adverso del consumo de fibra y se produce como consecuencia de la fermentación de la fibra por bacterias anaerobias en el colon. Puede producir distensión abdominal, flatulencias y dolor abdominal.
Aplicaciones terapéuticas de la fibra dietética
Un consumo adecuado de fibra dietética puede tener efectos beneficiosos sobre diversas enfermedades:
- Estreñimiento: La fibra incrementa el peso de los contenidos intestinales, facilitando que se produzca la evacuación normal de los mismos.
- Diverticulosis: La fibra previene la formación de divertículos al aportar masa suficiente a los contenidos intestinales.
- Diarrea: La fibra fermentable es útil para evitar la diarrea al favorecer la proliferación de flora colónica beneficiosa (lactobacilos y bifidobacterias) y disminuir la proliferación de microorganismos patógenos. Asimismo la producción de ácidos grasos de cadena corta en la fermentación de la fibra se asocia a una mayor absorción intestinal de agua y sodio y por lo tanto a una disminución de la diarrea.
- Colitis ulcerosa: La producción de ácidos grasos de cadena corta por la fermentación de la fibra se asocia a una mejoría en la enfermedad.
- Cáncer colorrectal: Los ácidos grasos de cadena corta producidos en la fermentación de la fibra ejercen una función protectora frente a este tipo de cáncer por sus efectos sobre la proliferación celular. Además la fibra fija los ácidos biliares evitando su conversión ácidos biliares secundarios, algunos de los cuales son procarcinógenos.
- Enfermedades cardiovasculares: Un consumo adecuado de fibra disminuye entre un 12 y un 20% el riesgo de enfermedad cardiovascular al limitar la absorción de colesterol.
- Diabetes: La fibra reduce los niveles de glucemia en los pacientes con diabetes al retrasar el vaciamiento gástrico y disminuir la absorción de glucosa.
Recomendaciones de ingesta de fibra
La recomendación del consumo de fibra dietética se sitúa entre los 20 y los 35 gramos al día o basándose en el contenido calórico de la dieta entre 10 y 13 gramos por cada 1000 kcal. Las fuentes principales de fibra alimentaria en la alimentación son los cereales, las legumbres, las verduras, las frutas y los frutos secos. Se recomienda tomar diariamente seis raciones de cereales, tres raciones de verduras y dos raciones de frutas y semanalmente cuatro raciones de legumbres para obtener un consumo de fibra adecuado.
Bibliografía:
- Escudero Álvarez, E. y González Sánchez, P. 2006. La fibra dietética. Nutrición Hospitalaria. 21 (Supl 2):61-72.
- Gil Hernández, A. 2004. Tratado de nutrición Tomo 1: Bases fisiológicas y bioquímicas de la nutrición.
- Mataix Verdú, J. 2009. Nutrición y alimentación humana.