
Nutrición y cancer (Parte 1)
La relación entre la nutrición y el cáncer es doble, por un lado una alimentación inadecuada puede aumentar la incidencia de determinados cánceres (aproximadamente el 30-40% de los cánceres en hombres tiene relación con la alimentación, y hasta el 60% en el caso de las mujeres) y por el otro lado el propio cáncer y sus tratamientos pueden inducir la aparición de desnutrición.
Alimentación en la prevención del cáncer
La dieta es la segunda causa prevenible de cáncer después del tabaco y una correcta alimentación junto con la práctica habitual de actividad física y el mantenimiento de un índice de masa corporal adecuado, puede contribuir a reducir la incidencia de cáncer entre el 30 y 40%. Los principales factores relacionados con la dieta que aumentan el riesgo de cáncer son el sobrepeso y obesidad (el riesgo aumenta de manera proporcional al grado de sobrepeso), el alcohol (el riesgo se asocia al consumo elevado de alcohol y no a ninguna bebida en concreto), las aflatoxinas (el consumo de alimentos contaminados con estas toxinas aumenta el riesgo de padecer cáncer de hígado) y las aminas heterocíclicas formadas en el proceso de cocinado de las carnes rojas. Los alimentos además pueden ser vehículo de residuos pesticidas, agentes organoclorados o compuestos químicos con potencial efecto cancerígeno e incluso una forma inadecuada de conservación y/o de preparación de los alimentos puede favorecer la formación de compuestos con acción carcinógena. El principal factor dietético con un posible efecto protector sobre el cáncer es el consumo de frutas y verduras (el riesgo de cáncer es mayor para niveles de consumo inferiores a 200 g/día), ya que estos alimentos contienen diversos nutrientes y elementos no nutritivos (por ejemplo vitamina C, vitamina E, caroteno, selenio, fibra, flavonoides o clorofila) que actúan como inhibidores de los procesos cancerosos.
Causas y consecuencias de la desnutrición en los pacientes con cáncer
La desnutrición en los pacientes oncológicos es muy frecuente y su prevalencia varía en función del tipo de cáncer, el estadio de la enfermedad y la respuesta al tratamiento, oscilando entre el 40 % (cáncer de mama, leucemia o sarcomas) y el 80% (cáncer gástrico y pancreático). Los factores causantes de la desnutrición y de la pérdida de peso pueden clasificarse en dos grandes grupos:
- Incapacidad para asimilar nutrientes, como consecuencia de la anorexia, obstrucción gastrointestinal o malabsorción inducidas por la presencia del tumor o los tratamientos administrados.
- Anomalías en el metabolismo de los macronutrientes, causadas por alteraciones hormonales.
La importancia de esta clasificación radica en el hecho de que es más probable que la terapia nutricional consiga recuperar la masa magra en pacientes que presentan incapacidad para asimilar nutrientes que en aquellos con anomalías del metabolismo (en estos últimos, el aumento de peso se producirá fundamentalmente por un incremento de la masa grasa y el agua corporal).
Las causas de la desnutrición en el paciente oncológico también se pueden clasificar en:
- Causas relacionadas con el tumor: Las principales causas relacionadas con el tumor son las alteraciones mecánicas o funcionales del aparato digestivo (los tumores del aparato digestivo o los pulmonares pueden inducir malnutrición por alteracion en la masticación o en la salivación y dolor en la deglución) y las alteraciones del metabolismo provocadas por el tumor.
- Causas relacionadas con el paciente: Algunos pacientes tienen hábitos como el consumo de tabaco y alcohol que pueden provocar anorexia, pérdida de apetito y disminución de la absorción de nutrientes y otros pueden presentar alteraciones psicológicas como ansiedad o depresión que pueden provocar una alteración en la ingesta de alimentos que dé lugar a un deterioro progresivo de la nutrición.
- Causas relacionadas con los tratamientos oncológicos: Tanto la cirugía como los tratamientos radioterápicos y quimioterápicos pueden provocar complicaciones como dolor, anorexia, alteraciones en la masticación, hipogeusia, disgeusia, nauseas, vómitos, diarrea, mucositis, xerostomía, disfagia, fístulas, malabsorción intestinal o síndrome de Dumping que pueden llevar a la desnutrición del paciente.
Las principales consecuencias de la desnutrición en el paciente con cáncer son la disminución de la síntesis de proteínas (impide la cicatrización de las heridas quirúrgicas y la recuperación de los tejidos dañados por la radioterapia), el deterioro del sistema inmune (favorece complicaciones infecciosas), la disminución de la masa muscular (hace que el paciente sea más débil y por lo tanto más dependiente), la disminución de la tolerancia a los tratamientos oncológicos, el deterioro de la calidad de vida y el aumento de la morbilidad y la mortalidad.
Bibliografía:
- García-Luna, P.P., Parejo Campos, J., Aliaga Verdugo, A., Pachón Ibáñez, J., Serrano Aguayo, P. y Pereira Cunill, J.L. 2012. Nutrición y cáncer. Nutrición Hospitalaria Suplementos. 5 (1):17-32.
- Gil Hernández, A. 2004. Tratado de nutrición Tomo 4: Nutrición clínica.
- Gómez Candela, C y Sastre Gallego, A. 2002. Soporte nutricional en el paciente oncológico.