Nutrición y colesterol

Nutrición y colesterol

08 Feb 2022 0 comentarios Dietista Madrid Categories Alimentación, Salud

El colesterol es un tipo de grasa con diversas funciones en el organismo, presente en todas las membranas celulares y que circula por la sangre asociada a proteínas y otros lípidos formando lipoproteí­nas. Estas lipoproteínas se pueden dividir en dos grupos:

  • Lipoproteínas de baja densidad (LDL): transportan el colesterol desde el hígado has­ta los distintos tejidos del organismo. Depositan el colesterol en las arterias al oxidarse, favoreciendo así el desarrollo de aterosclerosis y enfermedades cardiovasculares (por este motivo se le denomina “colesterol malo”).
  • Lipoproteínas de alta densidad (HDL): transpor­tan el colesterol desde los diferentes tejidos del organismo hasta el hígado para que sea metabolizado y eliminado. Impiden la agregación de colesterol en las arterias y previenen la aparición de enfermedades cardiovasculares (por este motivo se le denomina “colesterol bueno”).

Tener una elevada concentración plasmática de colesterol (superior a 200 mg/dl) se considera un factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares, concretamente hay que especificar que la concentración de LDL-colesterol debe ser inferior a 150 mg/dl, mientras que la de HDL ha de ser superior a 35 mg/dl.

El colesterol necesario para el correcto funcionamiento del organismo se obtiene principalmente mediante la síntesis en­dógena en el hígado y en menor medida a través de la alimentación. Por este motivo, el objetivo de la terapia nutricional no es sólo disminuir la ingesta de coles­terol, sino también, controlar el consumo de las sustancias que modulan su metabolis­mo y su síntesis.

Recomendaciones dietéticas para disminuir los niveles de colesterol

El tratamiento de la hipercolesterolemia requiere un cambio en el estilo de vida del individuo que incluye dejar de fumar o realizar ejercicio físico, sin embargo, el factor más importante es sin duda la alimentación. Las principales recomendaciones dietéticas para reducir los niveles de colesterol son las siguientes:

  • Las grasas no deben representar más de un 30-35% de las Kcal totales: La alimentación debe ser equilibrada y basarse en el consumo de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, pescado azul, frutos secos y aceite de oliva.
  • Las grasas saturadas no deben representar más del 10 % de las Kcal totales: Se debe limitar el consumo de este tipo de grasa porque aumenta los niveles de LDL-colesterol. Los alimentos que más grasas saturadas tienen son los lácteos enteros (mantequilla, leche entera, quesos grasos, etc.), las carnes grasas, los embutidos, la bollería industrial y algunos aceites vegetales como el de coco o el de palma.
  • Las grasas monoinsaturadas deben representar un 15-20 % de las Kcal totales: Este tipo de grasa aumenta los niveles de HDL-colesterol y previene la oxidación del LDL- colesterol. El principal alimento que contiene grasa monoinsaturada es el aceite de oliva.
  • Las grasas poliinsaturadas deben representar un 7 % de las Kcal totales: Este tipo de grasa aumenta los niveles de HDL-colesterol. Estas grasas se encuentran principalmente en los pescados azules (salmón, atún, caballa, boquerones, etc.), las nueces y el aceite de girasol.
  • Consumir menos de 300 mg/día de colesterol: Se debe restringir el consumo de alimentos ricos en colesterol como las vísceras, el marisco, la yema de huevo, el paté, las salchichas o las hamburguesas.
  • Consumir 20-30 g diarios de fibra: La fibra contribuye a disminuir los niveles de colesterol al captarlo a nivel intestinal impidiendo su absorción. Se recomienda consumir productos integrales (pan, arroz, pasta, etc.) y tomar al menos dos frutas y dos raciones de verdura al día y dos raciones de legumbres a la semana.
  • Consumir una cantidad suficiente de antioxidantes: Estas sustancias presentes en frutas, verduras y hortalizas impiden la oxidación del LDL-colesterol y previenen la formación de la placa de ateroma. Los antioxidantes más importantes son la vitamina C, la vitamina E, el selenio y el β-caroteno.

Bibliografía:

  • Gil Hernández, A. 2004. Tratado de nutrición Tomo 4: Nutrición clínica.
  • Fundación Española del Corazón (FEC) www.fundaciondelcorazon.com